Examínalo todo y retén lo bueno. 1 de Tes. 5:21
El tiempo de navidad y año nuevo es propicio para hacer un alto y meditar. Conforme pasan los años se tiene la sensación de que el tiempo va más deprisa, pero no es así. La sensación de urgencia debe ser puesta a un lado y tomar un tiempo para examinar lo que se ha quedado atrás y prepararnos para el futuro. El apóstol Pablo nos manda que examinemos todo con una actitud positiva. La idea de desechar lo malo está implícita en su declaración, pero enfatiza el retener. Retén lo bueno, aquello que edifica, que glorifica a Dios y bendice al prójimo, que construye y mira hacia el futuro con optimismo.
¿Cómo podemos ver el futuro con optimismo cuando Rusia y Ucrania están en guerra, cuando Israel está en guerra con Hamas y la posibilidad de que las potencias interfieran flota en el aire? Es necesaria una dosis de fe y esperanza en Dios. Él está en el trono y ni siquiera las situaciones más terribles anulan la promesa de que Él tiene la solución. El Señor Jesucristo nos dice en Lucas 21:28: “erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca.” Se puede ver el futuro con optimismo cuando fijamos nuestra esperanza en la eternidad, junto con Cristo.
Retener lo bueno nos ayuda establecer prioridades, a disciplinarnos para sacar el mayor provecho de las cosas y para ser eficientes. El constructor debe retener la herramienta que sirva, la buena, para poder hacer bien su trabajo. La ama de casa debe hacer limpieza y mantener sólo aquello que sirve. El prudente debe retener sólo las palabras que son de edificación y desechar las ofensas y malos tratos. También es importante desprenderse de malas influencias y retener cerca a quienes contribuyan para crecer como humano y, sobre todo, como cristiano.
Al despedir el 2023 deberíamos soltar el odio, la venganza, la amargura y las decepciones, y abrazar el amor, la justicia, la honestidad, la misericordia y la bondad. Recibamos el 2024 sin mucho equipaje, libre de cargas, llevando sólo lo que es necesario para la edificación tal como nos dice el apóstol Pablo en 1 de Tesalonicenses 5:14-23: “amonestando a los ociosos, alentando a los de poco ánimo, sosteniendo a los débiles, siendo pacientes, libres de venganza, haciendo el bien, llenos de gozo, orando sin cesar, dando gracias por todo, etc.” Nuestro mundo necesita gente que esté libre de toxicidad y llena de lo bueno.
Test all and keep the good. 1 Thes. 5:21
Christmas and a new year are perfect to make a stop and meditate. As the years go by, we get the feeling that time is going by faster but that’s not true. The thought of urgency must be put aside and take some time to examine what is left behind and prepare for the future. The apostle Paul commanded us to test all things with a positive attitude. The idea of rejecting that which is bad is implicit in his command, but he explicitly emphasizes the need to retain the good. We need to be filled with good. God has provided enough so that we may not be empty. Hold onto that which is good, that which edifies, glorifies God and blesses your neighbor, that which helps us see the future with optimism.
How can we see the future with optimism when Russia and Ukraine are at war, when Israel and Hamas are also in war, and the possibilities of the powers interfering floats on the air? We need a dose of faith and hope in God. He is on the throne and not even the most terrible situations cancel the promise that He has the solution. The Lord Jesus tells us in Luke 21:28, “Stand up and lift up your heads, because your redemption is drawing near” (NIV). We can look to the future with optimism when we fix our hope in eternity, together with Christ.
Retaining what is good helps us to establish priorities properly, to discipline ourselves, to use our means wisely and to be efficient. The builder must keep good tools to do his job well. The housewife has to get rid of stuff constantly and keep only what is good. The wise man has to hold onto only the words that will make him a better person and disregard offenses and bad attitudes. It’s also important to put away the bad influences in your life and keep close to you what will make you a better human being and especially a better Christian.
As we leave 2023 behind, we should let go of hate, vengeance, bitterness, and deceptions and embrace love, justice, honesty, mercy and kindness. Let’s receive 2024 with light luggage, free from burdens, taking with us only what is necessary for our edification, as the apostle Paul tells us in 1 Thessalonians 5:14-23: “We urge you, brothers and sisters, warn those who are idle and disruptive, encourage the disheartened, help the weak, be patient with everyone. Make sure that nobody pays back wrong for wrong, but always strive to do what is good for each other and for everyone else. Rejoice always, pray continually, give thanks in all circumstances…”
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